(Casi)Todo lo que se filtra por mis oídos, cobra algún sentido... desde la cumbia en la custer hasta las listas de reproducción ajenas en la chamba (no es época de productividad laboral, nos engañaron con el cuento de la primavera, no soy precisamente una hormiguita laboriosa). No sé si sea catárquico o algún maldito estereotipo adoptado de la tradición televisa en mi segunda infancia (está bien, las vi hasta hace algunos años, damn them!).
Me muevo entre gotas de rocío, tentempiés, pupilas lejanas, talones de aquiles, inoportunas,... entre cerrar los ojos e ir tierra adentro. Entre Spinettas, Pradas, Drexlers, Johansens, Hermanos Yaipén, Marisoles, salseros desconocidos,... y todo lo que mis caprichosas orejas quieran internalizar.
Tal vez deba dejar los audífonos en casa.
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