diciembre 04, 2010

Eucalipto



Levanto la mirada y veo sierra. La ventana conduce mis pupilas hacia el eucalipto. El cielo, convenientemente celeste, refuerza la ilusión... hasta las palomas quieren colarse en el viaje de mi memoria, a 299km y 3259mnsm.
La ausencia de edificaciones me permite ver el cielo amplio,
ese que puedo ver cada vez menos, allá no es más como lo recuerdo.
El regreso es siempre alegre y contradictorio, me limpia como la lluvia a las flores, pero ya no puedo con las estancias largas. Volver se hace impetuoso.
He regresado, la chiflera a escasos metros de eucalipto y la palmera atrás de ella, me han devuelto a mi silla, al libro, a la biblioteca, a la educación que vine a buscar.
Y el inicio está a unos palmos del final. Un balance no es sólo innecesario. Es un ejercicio ocioso

No hay comentarios:

Publicar un comentario