Las dudas son mis compañeras. Las certezas se las han ido arreglando para mantenerse distantes. Voy cosechando dudas, aún en época de sequía, no hay estación que las detenga . No terminan de cuadrarme quienes tienen tantas certezas. Certezas duras como rocas. Qué aburrido. ¿Será que las certezas son dudas cansadas de su condición de incertidumbre? ¿La baranda más cercana, el bastón? Un punto de apoyo cualquiera ¿Y qué pasa con las certezas sin soporte personal... sin lágrima, sin moco, sin grasa? Esas que se adoptan no más, que se incorporan sin reparo por su brillo aparente - y resplandeciente, es seguro - Sin cuestionamientos, es lo que quiero decir... ¿Puede uno llamarlas certezas?
Se las puede llamar certezas, por supuesto, aunque a mí me parezcan la pura cacadetoro. Qué se yo. Que las dudas seguirán siendo mis compañeras y que seguiré deseando tener más de una certeza.
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