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diciembre 17, 2010

Viajar

Una hoja en blanco
y yo
queriendo tornarme verbos
adjetivos
una coma
un maldito punto final
en cambio
solo ojos perdidos
que miran hacia dentro
que quieren llover
sin saber porqué


es mentira
yo lo sé


fue a los tres o cuatro
a los veintiuno
y quién sabe hasta cuando.


el miedo crece
y no quiero ser sombra
quiero y no quiero
regresar
se acerca el tiempo de hurgar.

noviembre 30, 2010

Sobre cómo sacar los granos del buche

Fije usted una cita con el terapeuta. No piense de-más. Espere el día indicado.

Tome el metropolitano. Pague una cantidad excesiva para los cuatro minutos que durará el recorrido. Eso sí, recuerde: no piense. Es mejor no pensar. Es mejor des-em-bucharlo todo, así no más. Sin más ni más. Como venga, como vaya. Mejor ir que venir, sí. Mejor dejar que se vayan. Que alquien más los organice por usted. ¿No le parece sedutora la idea de un organizador de recuerdos y emociones?¿Alguien que los analice y encuentre conexiones impensadas, reveladoras, y hasta intimidantes?

Use los cruceros peatonales, no querrá llevarse algún susto y presentarse sin color. Use bloqueador, el sol parece haberse comprometido a acompañarlo en su camino al recolecta-granos. Recuerde: el verano está tocando la puerta. Mantenga el paso medianamente ligero, el tiempo es mejor que sobre para comerse algo antes de entrar y no suenen las tripas en pleno bla-bla-bla, a que falte y cruja la panza interrumpiendo el turno del silencio.

Una vez que sus entrañas hayan recibido alimento, manténgase despejado, piense en el clima, en los chicos de cole que por ahí pasean. En los dos muchachos de grados menores que observan a los chicos de quinto año disfrutando, acaso ingenuamente, las últimas cuotas de poder que se tiene a los dieciséis años (ya sabe, éstos serán los menores en la siguiente etapa, universidad seguramente, particular sin duda). Evite fumar, que sea siempre después y nunca antes. No se pierda entre sus recuerdos pueriles, ya es hora. Salude al portero. El quinientosdos, por favor. La cortesía y la sonrisa. Ingrese al elevador. Aprete el cinco. Llegó. Salude. Mire a los ojos. Tome asiento. Observe los estantes desde el cómodo sillón rojo. Repase los títulos. Doble el cuello para leerlos en vertical. Especule sobre la vida personal, sobre cómo se cuela esa foto familiar en un ambiente tan distante. Busque -inútilmente- más rastros. ¿Cómo es que se sabe tan poco de quien lo sabrá todo? Tres minutos han pasado. Muy bien. Pase usted. Tome asiento. No se preocupe en evitar los tissues. Vamos, no sea tímido, estrene la cajita de Kleenex si hace falta. Eso es lo de menos.

Silencio. Signo inequívoco. Es hora de empezar. Toca regurgitar lo que no alimenta. Toca sacar los granos, alimentar al recolector-organizador. Verá que bien le sienta tener el buche ligerito.

octubre 18, 2010

Luces, colores, pinceles

He saltado de color en color
del azul al rojo,del rojo al amarillo
y otra vez la vuelta entera.

Colores primarios,sensaciones primarias.

Este nuevo color ya no cabe en lo primario
el efecto de la realidad le permite luces
ha iluminado el lienzo que creía lo suficientmente claro.

Exponer la paleta llena de mezclas y desgarros sirvió
una exposición desconsiderada lo sé
una muestra necesaria al fin y al cabo.

Este nuevo color adquiere matices que quiero mantener frescos
ya no quiero colores primarios,tampoco sensaciones básicas
no estarán si el pincel es bueno conmigo,si soy buena con él
¡debo serlo!

Las luces me alejan de los arquetipos
quieren -ahora- solamente agradecer
¡Gracias!

Las pinceladas de luz llegaron abruptamente
-como todo en estos días-
no tengo más que retenerlas,que pintarlas en mi cabeza
y que no se vayan más.

octubre 13, 2010

Soundtrack

(Casi)Todo lo que se filtra por mis oídos, cobra algún sentido... desde la cumbia en la custer hasta las listas de reproducción ajenas en la chamba (no es época de productividad laboral, nos engañaron con el cuento de la primavera, no soy precisamente una hormiguita laboriosa). No sé si sea catárquico o algún maldito estereotipo adoptado de la tradición televisa en mi segunda infancia (está bien, las vi hasta hace algunos años, damn them!).

Me muevo entre gotas de rocío, tentempiés, pupilas lejanas, talones de aquiles, inoportunas,... entre cerrar los ojos e ir tierra adentro. Entre Spinettas, Pradas, Drexlers, Johansens, Hermanos Yaipén, Marisoles, salseros desconocidos,... y todo lo que mis caprichosas orejas quieran internalizar.

Tal vez deba dejar los audífonos en casa.

octubre 06, 2010

Pasemos a... el inglés

To learn
to learn
to learn
to learn
to learn
to learn
(...)

The old drilling says:
"Write it twenty six (or twenty five) times on your notebook, kids
it might not be quite enough
but you will need it sometime..., somewhere..., somehow..."

(Should have written it a million times)

The old song plays:
"Don´t wanna be alone with myself
so be with me...
take my head away"

octubre 02, 2010

Dosdeldiez

Hoy, quisiera no estar en mi cuerpo,
ser otra,
cualquiera,

vivir en la sierra.

Hoy, necesito una cabeza nueva,
fresca, pequeña,
ligera.

Hoy, no debería tener ojos,
quisiera poder guardarlos
y que no me den tanto trabajo.

Hoy, detesto el tiempo
los segundos, los minutos, las horas
los días, meses y años.

Ya no sé cuándo es hoy,
o mañana.
Se acabaron las referencias,
se fueron.

(Mejor no saberlo)

agosto 25, 2010

Una canción

No quiero memorias ajenas
No quiero (transtocar) memorias ajenas
No quiero memorias ajenas (en mis memorias en construcción)
No quiero memorias ajenas (puestas en escena en mi cabeza)

((No more No more))

(...)
A veces busco memorias ajenas y no alcanzo a leer en el manual de instrucciones las condiciones de devolución.

agosto 12, 2010

Memoria selectiva


La memoria selectiva debería ser un servicio
-un mecanismo consciente, un ejercicio simple de decisión-
sí,
tan fácil como activar un push, un pull, un eject
-o el famosísimo click-
bastaría con elegir la memoria no deseada y activar el
delete
bastaría con jalarse la oreja derecha, levantar la ceja izquierda,
que sé yo (...)

Y ya
cabeza despejada es lo que quedaría
y quien sabe, tal vez algo de claridad
menos sombras y menos fantasmas.